Son de la EPET Nº 3 y de la Agrotécnica de Tinogasta. Sergio Guillamondegui, del SIDCA, criticó a los organismos de control.
El escándalo por los docentes tinogasteños, con licencias por largo tratamiento, que viajaron a ver el Mundial de Fútbol en Rusia, sigue generando aristas. Según pudo conocer este diario las 5 personas son de una larga trayectoria en la docencia y se desempeñan en la EPET Nº 3 “Telésforo Chanampa” y en la Escuela Agrotécnica de la localidad.
Miguel Trejo, delegado departamental del gremio ADUCA en Tinogasta, confirmó que al menos 4 docentes son los que están implicados y que subieron las fotografías a la red social Facebook, disfrutando del paseo por España y Rusia, mientras Argentina disputa el mundial. Explicó que son docentes que tienen muchos años de servicio y reconocidos en el departamento.
Indicó que lo primero que correspondería por haber encontrado el error en el otorgamiento de la licencia cuando no correspondía, será hacer un sumario en el que se constate que salieron del país, y en base a eso revisar las licencias. Trejo reveló que si bien desconoce quién fue la persona que otorgó la licencia, esta habría sido autorizada por la sede de Reconocimiento Médico que tiene Tinogasta. “Hay médicos que dan las licencias y Reconocimiento Médico las autoriza, pero a su vez también la médica que las autoriza ejerce en su consultorio particular y también las da”, explicó y señaló que la Dra. Sofía Bellido, es la que está encargada del control de las licencias.
Igualmente consideró que la exoneración no es sencilla debido a que se deben seguir una serie de pasos administrativos hasta llegar a ello. “Suspender las licencias corresponde, pero exonerarlos no, por los años de trayectoria y porque tienen que ver que determina el Tribunal de Disciplina”, señaló.
Por otro lado indicó que hay un malestar porque “hay muchos casos y una avasallamiento respecto a los docentes que piden licencias, que realmente están enfermos y no se les autorizan por más de 15 días, mientras tanto extienden y autorizan este tipo de licencias”.
Por su parte, Sergio Guillamondegui, secretario general del SIDCA, indicó que lo primero que habría que observar es que si la afección que les pusieron en la licencia a los docentes les permite deambular. Sin embargo el ministro de Educación, Daniel Gutierrez, había asegurado que las afecciones de las licencias eran por motivos por los que deberían estar casi “inmovilizados”. “Uno puede tener un stress laboral o una licencia psiquiátrica lo que no implica que uno tiene que estar encerrado en la casa”, señaló.
“Fraguar una licencia es una de las causas establecidas en el Decreto Nº 413, que implican la exoneración, pero acá no se fraguó una licencia sino que se hizo todo el procedimiento como corresponde, porque hubo un médico que los revisó. Desde el punto de vista gremial tenemos que cuestionar dónde estuvieron los organismos de control, que es el ministerio de Educación. Si un docente dice que tiene una enfermedad, ellos deben controlar si realmente es así”.
En ese sentido indicó que como las licencias por largo tratamiento del interior deben autorizarse en la Capital donde funciona la sede de Reconocimiento Médico, hubo una falla del Estado. “Hay un error que no es del docente sino del mismo Ministerio que autorizó una licencia por fuera del mecanismo estipulado”, señaló. A su vez señaló que este escándalo develó un problema mayor, ya que aparentemente la médica que autorizó la licencia no pertenece a Reconocimiento Médico y por lo tanto no es competente.
En esa línea remarcó que aún los docentes tienen la posibilidad de hacer un descargo al iniciarse el proceso sumarial y luego el Tribunal de Disciplina debe emitir un dictamen con la sanción.
El Ancasti
