Argentina se despidió de su público de la mejor manera: goleó 4-0 a un débil combinado de Haití en el duelo disputado en la Bombonera y con una brillante presentación del capitán Lionel Messi, quien encendió la llama de la esperanza de cara al debut de la Copa del Mundo ante Islandia el 16 de junio.
Los dirigidos por Jorge Sampaoli vivieron los minutos iniciales con una exigencia acorde al rival que se paró del otro lado. Dos laterales bien profundos por las bandas, los marcadores centrales parados en el mitad del campo y Messi deleitando a los fanáticos que colmaron el estadio.
La Pulga cambió por gol un penal que el árbitro cobró luego de un grosero patadón de Ricardo Ade sobre Giovani Lo Celso dentro del área. Previamente, el capitán había desperdiciado un mano a mamo tras una interesante habilitación de Javier Mascherano y también había realizado una serie de arranques que hasta generaron el choque entre sí de dos rivales.
Durante los 45 iniciales, tuvieron la chance de estirar la distancia Ángel Di María, Nicolás Tagliafico y Gonzalo Higuaín. La del Pipita, sin embargo, fue la más clara: punteó un buen centro rasante de Eduardo Salvio pero su tiro impactó en el cuerpo del arquero Johny Placide.
El entrenador le dio rodaje a las variantes durante la segunda etapa y realizó, en diferentes partes del complemento, las seis modificaciones disponibles: Marcos Rojo por Fazio, Cristian Pavón por Di María, Sergio Agüero por Higuaín, Maximiliano Meza por Lanzini, Marcos Acuña por Tagliafico y Éver Banega por Lo Celso.
Antes de que se desarrollen las primeras modificaciones, Argentina alcanzó el segundo grito: un centro del Pipita por derecha encontró a Lo Celso en soledad dentro del área, pero su cabezazo terminó en el cuerpo del arquero rival. En el rebote, Messi no falló y envió la pelota al fondo de la red.
Ya con el reloj superando los 20 minutos de juego, Pavón mostró las credenciales que le dieron el pasaje a Rusia. Embarullado, sacó provecho de una acción por izquierda, dejó en el camino a tres rivales y envió un centro rasante atrás para la aparición de, capitán que sólo debió empujarla ante una floja reacción del arquero rival.
Messi ya había hecho lo suyo en una noche brillante, pero todavía tenía una pizca más de su repertorio: recibió en tres cuartos, giró y habilitó al Kun Agüero, que aguantó la presión de la marca y puso las cifras definitivas.
En las próximas horas el plantel argentino se subirá al vuelo que lo depositará en Barcelona, donde permanecerá poco más de una semana para llevar a cabo la segunda parte de la preparación. El 9 de junio se enfrentará a Israel en Jerusalén en el último amistoso antes de iniciar su participación en la Copa del Mundo.
