Lo resolvió la jueza María Servini, pero encontró resistencia en las autoridades del partido, que apelarán.
Escoltado por miembros del gremio de los gastronómicos, el sindicalista catamarqueño Luis Barrionuevo se hizo cargo de la intervención del Partido Justicialista, que fue dispuesta por la jueza federal María Servini de Cubría por un pedido surgido del sector del propio Barrionuevo. En la puerta del PJ, el gremialista aseguró que el presidente justicialista José Luis Gioja se había atrincherado en su oficina del partido y que pediría el desalojo, aunque se supo que habían mantenido un encuentro y el sanjuanino había rechazado la decisión de la jueza.
Servini encomendó a Barrionuevo "producir los actos necesarios tendientes a la normalización partidaria" y aseguró que Barrionuevo permanecerá en ese cargo hasta tanto el partido se considere normalizado. El pedido de intervención, por supuesta "acefalía", fue realizado por un grupo de sindicalistas alineados con Barrionuevo: el secretario general de Estaciones de Servicio y miembro del triunvirato de la CGT, Carlos Acuña; el del Sindicato de Obreros de la Maestranza (SOM), Oscar Guillermo Rojas; y el del Sindicato Obrero de la Industria del Vestido (Soiva), Horacio Alberto Valdez.
En su fallo, la magistrada planteó la situación generada en 2017 cuando integrantes de la conducción del PJ se postularon como candidatos por Unidad Ciudadana, como el vicepresidente del sello nacional Daniel Scioli.
Barrionuevo ingresó al edificio de la calle Matheu 130 a las 15:20 y se retiró poco después anunciando el desalojo, ya que Gioja se habría atrincherado, aunque eso no había ocurrido. "Están encaprichados y quieren apelar. Gioja se encerró en la oficina y no me quiere recibir. Que lo hagan cuando quieran, pero el interventor soy yo. El PJ estaba en acefalía", disparó el gremialista en un breve contacto con los medios, luego de la reunión que mantuvo con Gioja. Es que el diputado nacional le advirtió que no lo reconocía como interventor del partido y denunció una maniobra proscriptiva de parte del Gobierno Nacional.
Esta situación provocó que agentes policiales se acercaran al edificio, y ante la negativa del diputado Gioja de abandonar la sede del partido la jueza Servini de Cubría dispuso la implantación de un servicio policial que impida nuevos ingresos al local partidario y permita la salida irrestricta, según informó la Policía de la Ciudad de Buenos Aires en un comunicado.
La tensión fue constante desde la mañana, cuando se convocaron los afines a la conducción del justicialismo a defender "cueste lo que cueste" a las autoridades.
Al anochecer, el juez federal de turno, Marcelo Martínez Di Giorgi, ordenó el allanamiento y desalojo sin detenciones del PJ, por lo que Gioja se retiró del edificio. Luego trascendió que la versión de Barrionuevo del atrincheramiento era falsa.
El Ancasti
