Un Soplapitos Sin escrúpulos No quieren que un equipo de
Catamarca ascienda” dijo Octavio Gutiérrez
Mucha polémica generó el arbitraje que se vio ayer en Las
Estancias. El sanjuanino Alberto Rivero
Reynoso, encargado de impartir justicia en el encuentro de ida de las
finales del Argentino B que terminó con
empate en 0 entre Unión Aconquija y Gimnasia y Esgrima de Mendoza, hizo
todo para complicar al local y colaborar con el austero planteo del visitante.
Es
verdad que no se puede culpar de todo a Rivero Reynoso. Unión Aconquija no jugó
bien, se mostró impotente a la hora de generar juego y careció de ideas y
dinámica. Sin embargo, el poco o mucho ímpetu ofensivo que intento demostrar,
fue siempre frenado por el soplapitos que con silbatazos constantes, frustró al
"Estanciero” en todo momento.
Sin
ocultar su parcialidad, Rivero Reynoso no tuvo problemas a la hora de
sancionar, en forma injusta, situaciones a favor del "Lobo”. Todas las
jugadas dividas eran para el visitante. Laterales, cornees, contactos propios
del juego, todo se sancionaba en beneficio de un Gimnasia que, como se sabe, no
es la primera vez que se ve favorecido por los réferis.
Ante
el abucheo de todos los hinchas, que veían como se les robaba la ilusión de
forma inescrupulosa, el polémico juez aprovechó sus atribuciones reglamentarias
para generar nerviosismo, conflicto y sacar de partido a los jugadores. Expulsó
a Nicolás Castro por doble amarilla, cuando una de las supuestas faltas ni
siquiera ameritaba sanción; amonestó a Silvestre Sacallán, Félix Décima y Juan
Paz, por roces con rivales sin demasiada trascendencia. En otras palabras,
inclinó la cancha de forma evidente.
No
hay que olvidar que hace un año, cuando Policial disputó la final ante Estudiantes
de San Luis, estos mismos soplapitos complicó al conjunto catamarqueño en el
estadio "Bicentenario”. Actuando de una forma similar a la de ayer, logró
sacar de partido a los jugadores del "Matador” que no pudieron luchar
contra tantas injusticias.
Dos
equipos catamarqueños finalistas y complicados por la misma persona
¿coincidencia?, en estos casos es imposible no pensar en determinados acuerdos.
Acuerdos que definen no sólo un partido, sino todo un torneo, en el que se ve
que los conjuntos catamarqueños no son del todo bien vistos.
Cómo
lo dijo ayer el presidente del "Estanciero”, Octavio Gutiérrez: "No quieren que un equipo de Catamarca
ascienda”, y parece tener razón. Desde el Consejo Federal siguen designando
a estos jueces que lo que menos hacen es impartir justicia, demostrando que acá
no importa quién trabaja y merece crecer. Lo único importante es recaudar y
recaudar y recaudar.