Cómo reconocer a
un infiel virtual
Esta
problemática es cada vez más común entre las parejas de la actualidad.
“¿Existe
la infidelidad virtual?”, es una pregunta típica en las parejas de hoy. Cuando
uno pasa mucho tiempo en Internet, el otro sospecha y aparecen las actitudes
detectivescas.
A
través de todas las posibilidades que hoy ofrece la Web, muchas personas
establecen nexos y relaciones muy íntimas. Así, empiezan a circular secretos,
fantasías, idealizaciones, entusiasmo, negación, racionalización y
frustraciones que muchas veces resultan devastadoras para otras relaciones
reales mantenidas al mismo tiempo.
¿Existe
la infidelidad virtual? Es una pregunta que la licenciada Diana M. Resnicoff ha
tenido que contestar a “Clarín”, asegurando que “es un interrogante que muchas
veces me hacen y se hacen los pacientes o las parejas que me consultan”.
¿Pero
acaso no es similar a lo que sucede en la vida real? ¿Acaso no nos enamoramos
con un "final feliz" mientras que otras veces nos desengañamos
totalmente? ¿Acaso ese enamoramiento del comienzo no es equivalente al
conocimiento virtual, donde todo brilla, todo está por hacerse y todo es
maravilloso? ¿Acaso ese otro real no es ese otro que aparece frente a nosotros
pasada la etapa del enamoramiento?
Un mundo de fantasías
En
todas las nuevas relaciones, sean o no por Internet, la gente presenta el mejor
lado de sí misma, pero no quiere decir que efectivamente sean así todo el
tiempo, en la vida diaria. Con demasiada frecuencia pensamos en el amor como
aquellos sentimientos vertiginosos e intensos que se producen frente al deslumbramiento.
Pero, si bien puede ser una experiencia fantástica, mucha de la intensidad de
los sentimientos es simplemente inherente a la misma novedad.
De
hecho, una vez que un amor de "ensueño" debe dar paso a todas las
responsabilidades de la vida diaria, en una relación a largo plazo, surgen
otros sentimientos o bien todo termina.
Veo
en la consulta muchas parejas en las cuales uno de sus integrantes, cuando no
ambos, permanecen mucho tiempo on line para tener interacciones que les
permitan un escape de la realidad diaria. Una paciente me decía: "ese
mundo virtual, ese mundo de fantasías que me proporciona Internet, me permite
salir del mundo cotidiano, monótono y aburrido".
Una
vez que se encuentra a alguien interesante en la Web, ambos muestran sus
mejores aspectos y empiezan a compartir intimidades, esperanzas, temores y
fantasías. Esto los acerca aún más y hace cada vez más apremiante la necesidad
de una interacción real.
Jugar a los detectives
Cuando
la pareja quiere saber "que hace mi marido/mi mujer tantas horas seguidas
en Internet" comienza a sospechar cada día más y a sentirse amenazado.
Entonces empieza a revisar como verdadero detective la computadora del supuesto
cónyuge infiel llegando muchas veces a sentirse devastados y traicionados.
Ese
otro virtual ha dejado de ser virtual (aún cuando no hayan existido encuentros
reales), aunque también es cierto que a muchos les resulta irresistible encontrarse
con el amigo/a virtual en persona. Sienten que han conocido a sus
"compañeros del alma" y que parecen haber sido hechos "el uno
para el otro", por lo que valdría la pena arriesgar todo por ellos.
Del idealismo a la realidad
Muchas
veces el desengaño sobreviene: la persona real es muy distinta a la virtual.
Por ello, un comienzo de romance virtual, cuando existe una pareja real, podría
servir como una señal de alerta para saber que se necesitan modificaciones en
la propia pareja.
Este
debería ser el foco de atención: hay que saber que, muchas veces, la pérdida
que se experimenta cuando una relación virtual finaliza es en realidad la
pérdida de una fantasía, y no de algo real, a diferencia de una pareja de años.