En señal de protesta y con la clara
solicitud de un trabajo, un hombre, acompañado por toda su familia, se encadenó
frente a Casa de Gobierno.
Mientras sucedía la protesta, su esposa, le
contó a elancasti.com.ar que “hace cinco meses, el intendente Jalil nos dijo
que no iba a dar un trabajo y nos pidió el psicofísico. Nosotros gastamos
nuestros ahorras en hacer el trámite, pero el intendente nunca nos volvió a
recibir. Los mismo nos pasó en el gobierno provincial”, dijo la mujer, quien
entre lágrimas se preguntó: “¿Por qué tenemos que esperar las ganas de los
políticos para poder alimentar a nuestros hijos?, esto no tendría que ser así”.
Según expresa el relato de la señora, la
familia cuenta con una vivienda, pero afrontar los gastos del inmueble ni de la
familia “por no contar con un trabajo digno”.