Por orden de la
Justicia Federal abrieron la cajas de Florencia Kirchner
Se encontraron 4.6 millones de dólares más una cuenta de ahorro por más de 1 millón de dólares.
El juez federal Julián Ercolini ordenó ayer abrir las dos cajas de seguridad que Florencia Kirchner tiene en la casa matriz del banco Galicia, luego de una denuncia realizada por la diputada Margarita Stolbizer sobre movimientos extraños en las cuentas de Cristina Fernández, y se contaron más de 4.600.000 dólares, tal como lo había informado la ex presidenta.
Fuentes judiciales informaron a NA que el magistrado a cargo de la causa Hotesur dispuso la apertura de las cajas tal cual lo había solicitado Carlos Beraldi, defensor de la ex mandataria nacional y de su hija.
El miércoles, Florencia Kirchner había solicitado a la Justicia que ordenara la apertura de las dos cajas, luego de que el día anterior el juez Ercolini dispusiera su resguardo, y finalmente se encontraron depositados más de 4.600.000 de dólares, el mismo monto que había informado Cristina Fernández ante la Justicia. "Como no tenemos nada que ocultar, autorizo y requiero que proceda a la apertura de las cajas de seguridad Número 5783-9-9 y 5873-3-5, de las que soy titular tal como informara voluntariamente a ese Juzgado y sin ningún tipo de requerimiento que se me hubiese cursado a tal fin", había afirmado Florencia Kirchner en el escrito presentado ante Ercolini.
Según había informado la ex presidenta Cristina Fernández ante la jueza federal María Servini de Cubría el pasado lunes, en dichas cajas fueron depositados 2.250.000 y 2.414.000 dólares, respectivamente, lo que totalizaba 4.664.000 dólares: Florencia Kirchner además abrió la caja de ahorro en la que quedaron depositados 1.032.144,91 dólares, pero no se adoptó ninguna medida con los depósitos de esta cuenta.
Por esta investigación, la ex presidenta Fernández de Kirchner denunció a su vez a la diputada Stolbizer y al juez federal Claudio Bonadío: sostuvo que lo informado por la líder del GEN a la Justicia sobre sus movimientos bancarios resulta el producto de "un acto vil de tráfico ilegítimo de información".