El fracaso de una
política
Si hubo un departamento en el interior de la provincia en el que el Frente para la Victoria ejecutó un despliegue electoral inusitado con el propósito de recuperarlo como parte de su patrimonio político-institucional, ése fue Andalgalá.
Sin embargo, fue vencido sin atenuantes. La derrota del oficialismo provincial fue significativa en lo político y también desde una perspectiva simbólica, en función del claro perfil antiminero que encarna su verdugo, el reelecto intendente Alejandro Páez.
El oficialismo dispuso una estrategia de diseño particular para ganar Andalgalá: nombramientos, creación de estructura políticas para ofrecer cargos como botín electoral y conspicuos representantes del Gobierno provincial que prácticamente se instalaron durante un buen tiempo en la Perla del Oeste. Sin embargo, a poco que se empezaron a abrir las urnas se pudo constatar que tales acciones tenían como único destino la decepción.
Si el intendente emblemático de la antimineríia triunfa en el departamento de la provincia donde mayor incidencia tiene la actividad, la conclusión se cae de madura. Es la comprobación más contundente del fracaso de la política minera.
El mensaje del ciudadano andalgalense que se expresó a través de las urnas no admite dobles interpretaciones. En el departamento triunfaron, en sus respectivas categorías, los candidatos oficialistas a presidente de la Nación, a gobernadora de la provincia, el senador departamental y el intendente del distrito de Aconquija. Pero en la cabecera departamental, allí donde competía con el candidato de la política antiminera y donde se concentra el grueso de la renta minera, el oficialismo perdió.
El fracaso andalgalense salpicó a otros dirigentes, que inexplicablemente mudaron por un rato de distrito para intentar –sin éxito- sumar políticamente. Tal el caso del intendente capitalino, Raúl Jalil, que participó en la Perla del Oeste del cierre de campaña del Frente para la Victoria.
La lección andalgalense enseña que, cuando una política fracasa, no basta el despliegue del aparato electoral para lograr la adhesión ciudadana.
