El intendente de Andalgalá, Alejandro Páez, ha retornado a la antiminería, su primer amor y su trampolín político. En recientes declaraciones, renegó de los réditos que la actividad minera arroja para la Perla del Oeste e informó que, en el último trimestre, la comuna que comanda recibió más dinero por el fondo sojero que por las regalías que le corresponden por la explotación de Bajo La Alumbrera.
Las apariencias no deben inducir a engaños, advirtió el intendente: "No bajó la línea de pensamiento sobre la cuestión minera. Como ciudadano, sostengo que a raíz de diversas cuestiones que fueron estudiadas, el yacimiento Agua Rica es inviable desde el punto de vista ambiental para Andalgalá". "Sostenemos -añadió- que las políticas mineras que se han venido implementando a lo largo de los años no han sido claras para el departamento. No tuvimos información pública y no se propició el debate en donde se tendría que haber hecho".

Confluyen al abono de esta inquietud social la conducta claramente especulativa de la empresa Yamana Gold, que viene desde hace años dándole largas a los avances concretos en Agua Rica, ganando tiempo, y la más bien exigua competencia de los designados al frente de la CAMYEN, funcionarios carentes de precedentes que los habiliten para entrar en tratativas de la complejidad y envergadura que tienen las vinculadas con la minería. Lo evidente de esta disparidad entre las capacidades de los interlocutores afirma la impresión de que entre los integrantes de la CAMYEN no faltan los que están más interesados en obtener beneficios particulares que en lograr condiciones ventajosas para la Provincia. La estatal no ha podido hasta el momento aventar las sospechas de que en su seno se cocinan estofados inconfesables. No es por nada la resistencia a revelar los entretelones del convenio que, por lo que son unas monedas en el mundo de la minería a gran escala, le permiten a Yamana retener los derechos sobre Agua Rica para poder negociarlos en el momento más conveniente para ella. Ni siquiera puede CAMYEN contabilizar avances en la disputa judicial por Cerro Atajo, sobre cuyo cese tanta alharaca se hizo.
De modo que Páez asume una posición razonable. "Parece -señaló el lord mayor- que los gobiernos centrales tomaron la decisión de tomar decisiones sobre la explotación de emprendimientos sin consultar al pueblo, que al no estar informado se maneja por otros parámetros". Ciertamente: Andalgalá y Catamarca, en definitiva, deben manejarse con los parámetros trazados por las conductas públicas y notorias de Yamana Gold y CAMYEN: Agua Rica "pisada" a favor de la firma privada en el marco de un acuerdo misterioso, 17 yacimientos de Cerro Atajo todavía en litigio y la firma estatal impregnada por la incompetencia de sus directivos y las sospechas de enjuagues.
El Ancasti