Era previsible que luego de destinar un adelanto de las
utilidades mineras de 40 millones de pesos para intentar....
Era previsible que luego de destinar un adelanto de las
utilidades mineras de 40 millones de pesos para intentar sanear las finanzas
quebradas de la OSEP, la mecánica se reiterara para otras áreas. El Ministerio
de Economía dispuso ahora transferir 20 millones de pesos de utilidades mineras
para que el Instituto Provincial de la Vivienda cubra deudas pendientes de
distintos programas nacionales. Según la resolución 141 de esa cartera, la
transferencia se realiza a pedido del propio IPV, que en marzo pasado solicitó
fondos para abonar deudas de los programas "Techo Digno", "Mejor
Vivir II" e "Infraestructura A", ya que no se habrían girado
desde la Nación los fondos correspondientes. De este modo, comienza a
consolidarse el sistema de financiar gastos corrientes con la renta minera, que
en teoría debería utilizarse para generar condiciones e infraestructura para el
desarrollo de actividades productivas sustentables.
Un dato adicional en el caso de estos dos pagos es los
precedentes que los tornan necesarios. El adelanto de utilidades requerido a
YMAD será para tratar de empinar una obra social destruida por la inoperancia
de las sucesivas administraciones y corruptelas endémicas que han degenerado en
un escándalo grotesco con las órdenes y los médicos "truchos". El
IPV, que alega demoras en las partidas nacionales para echar mano a los fondos
de la minería, no se ha destacado tampoco por la cristalinidad de sus
procedimientos, ni durante las gestiones radicales ni durante ésta, que comenzó
con una megalicitación de viviendas por más de 200 millones de pesos en la que
la "cartelización" entre los participantes fue evidente y luego, dada
la ausencia de reacciones significativas frente al enjuague, continuó con la
misma metodología. Es decir que la renta minera, que se dilapidó mientras era
más abultada, sigue el peor de los destinos ahora, con la "raspa 'e la
olla": financiar la incompetencia y la venalidad en enclaves de la
administración pública, cubriendo gastos corrientes: incompetencia y venalidad
en el sistema de salud; incompetencia y venalidad en el sistema de obras
públicas. Así se rifa el futuro de Catamarca y los catamarqueños.
La inercia de despilfarro de los fondos mineros no se
interrumpió con el cambio de Gobierno. Por el contrario, al parecer la intención
es que se naturalice su utilización para sortear dificultades de caja
coyunturales, sin que nadie explique nunca por qué se llega a tales
dificultades de caja, ni se haga responsable por los desfasajes, ni mucho menos
disipe las dudas sobre eventuales ilícitos. Vale la pena recordarlo: la renta
minera proviene de la explotación de recursos no renovables. Lo perdido,
perdido está, sin posibilidades de reposición. Y sin explotaciones que vayan a
ponerse en lo inmediato, habrá que ver cómo se las arregla el Estado cuando el
dinero de la minería deje de ingresar. Faltaría que también se utilicen
utilidades mineras para salvar la crisis económica de la Cámara de Diputados.
Sobre la polémica que se ha generado en torno a la
disposición del Ministerio de Educación por un decreto que reubica docentes
rechazado por la Corte de Justicia han comenzado a surgir elementos sugestivos.
Hay casos muy curiosos, como el de una alta dirigente sindical que aún cobra
por un proyecto de investigación en un IES del este provincial pese a que debió
dejar de hacerlo, de acuerdo con la disposición que le asignó las horas
institucionales desde el 25 de mayo de 2011 -empezó bien: en un feriado-, hace
dos años, cuando el proyecto concluyó. La disposición es clara al establecer que
el proyecto no podía "generar suplencias, ni extenderse más de dos
cuatrimestres o un año académico". El plazo está más que vencido, pero la
sindicalista sigue cobrando.
EL ANCASTI