Argentina ganó 3
a 2 gracias a Messi
El
seleccionado sufrió en defensa y evidenció su dependencia en el diez.
Si
uno se guiara por los números fríos, la primera rueda de la Argentina en el
Mundial fue perfecta. Termina con 9 puntos, tres triunfos, tiene a uno de los
goleadores del torneo y ya espera a su rival de octavos de final, con la
tranquilidad que le da la estadística. Si se analiza el juego, la selección
está muy lejos de la perfección, y quedó claro en sus tres encuentros del Grupo
F ante rivales que no deberían ser medida para este equipo.
El
triunfo por 3-2 ante Nigeria, otra vez con el sello goleador de Lionel Messi,
autor de dos tantos, uno de ellos con un gran tiro libre, fue un nuevo capítulo
para poder desmenuzar a esta selección. Esta vez, tuvo más movilidad en ataque,
como había pedido Alejandro Sabella. Hubo más llegadas, más conexiones entre
los fantásticos, principalmente entre Leo y Di María (Higuaín y Agüero
volvieron a tener un flojo partido), pero también la Argentina mostró, como
nunca en la Copa del Mundo, su cara más endeble: los problemas defensivos.
En
muchos tramos del partido, sufrió ante los atacantes nigerianos. Otra vez, fue
flojo el trabajo de Federico Fernández y Pablo Zabaleta tuvo una mala
actuación. A Mascherano y Gago, de nuevo impreciso, les costó ser los dueños de
la mitad de cancha, casi una zona de paso en un partido con el tinte
característico de Brasil 2014: el golpe por golpe. Marcos Rojo, que marcó un
gol con la rodilla para definir el encuentro, fue el mejor de la defensa. Llegó
cuestionado al Mundial y terminó como el más destacado de la última línea
argentina en la primera rueda.
El
ingreso de Lavezzi por el lesionado Agüero, a los 37 minutos del primer tiempo,
fue un buen revulsivo para la selección. El Pocho aprovechó su chance y se
mostró como una buena opción por la derecha, mientras el Kun e Higuaín siguen
muy lejos de su nivel. Lentos, imprecisos, estuvieron lejos de Messi y Di
María, el más activo con el ida y vuelta que lo caracteriza, como contagiado
por el entusiasmo del público argentino, que copó el estadio y las afueras,
luego de que arribaran 100 mil compatriotas a esta ciudad.
Iban
45 minutos del primer tiempo, cuando el estadio se sacudió. El exquisito tiro libre
de Messi para el 2-1 parcial fue la gran explosión de la tarde, con reverencias
para Leo, la gran figura de este equipo y el responsable de la perfección
numérica. La Argentina ya espera en octavos. Tendrá que ver qué sucede, a las
17, en la doble fecha del Grupo E en los partidos Francia (6 puntos) vs.
Ecuador (3) y Suiza (3) vs. Honduras (0) y se medirá el martes en San Pablo (a
las 13), ante el segundo de esa zona. La segunda rueda la obligará a subir el
listón si es que quiere soñar en grande.