Costa de Marfil
y su poderío ante Japón
El
equipo del país africano se medirá hoy con el seleccionado nipón, en el debut
de ambos países en el Grupo C.
El
encuentro se jugará desde las 22 en el estadio Arena Pernambuco, de la ciudad
de Recife, será arbitrado por el chileno Enrique Ossés y completará la fecha
inicial de la zona mundialista que abrirán Colombia y Grecia desde las 13, en
Belo Horizonte.
Los
"Elefantes" africanos llegaron a tierra brasileña con una credencial
fuerte, ya que poseen un ataque de temer conformado por Didier Drogba, Salomón
Kalou, Gervinho y Yaya Touré, este último compañero del "Kun" Agüero
en el Manchester City y considerado como uno de los mejores
"mediocampistas ofensivos del mundo" por la prensa especializada.
El
equipo ahora dirigido por Sabri Lamouchi quiere superar sus anteriores
actuaciones en Copas del Mundo, ya que no pasó la fase inicial en Alemania 2006
ni en Sudáfrica 2010. Su primer rival, el seleccionado nipón, se presenta como
una ocasión propicia para iniciar el camino hacia octavos de final.
Japón,
en tanto, eliminado en las fases de grupo en 1998 y 2006, y clasificado a
octavos de final en 2002 y 2010, apuesta a conseguir un poco más y pretende
aprovechar la experiencia que recogieron varios jugadores en el fútbol europeo,
sobre todo el líder y nuevo referente del equipo, el delantero Keisuke Honda.
El
"Emperador", figura del Milan en Italia, es la carta de triunfo del
equipo dirigido por el italiano Alberto Zaccheroni, quien asumió en 2010.
Zaccheroni
transmitió durante su ciclo, mayor agresividad en ataque y más atención en las
jugadas con la pelota detenida a favor, que son exclusividad de Honda, dueño de
una pegada formidable.
Sin
embargo y más allá de esa mejoría, el favorito, a priori, es Costa de Marfil,
que cuenta con los mejores futbolistas del continente africano y mucha experiencia.
Es
que Japón quizá acuse la falta de un delantero de peso. De hecho fue citado el
goleador Yoshito Okubo, de 31 años y con escaso rodaje durante el ciclo de
Zaccheroni, quien lo había convocado apenas una sola vez en cuatro años.