El Papa visitó
el Muro de los Lamentos y el cementerio de las víctimas del Holocausto
El
Sumo Pontífice concluye hoy su primera visita a Israel. La jornada comenzó con
una recorrida por la Explanada de las Mezquitas donde pidió a cristianos y
musulmanes que abran sus corazones y su mente para entender al otro. Ayer, en la misa que dio en Belén, ofreció recibir a los
presidentes de Israel y Palestina en el Vaticano para rezar por la paz.
El
papa Francisco cumple hoy con una intensa, antes de retornar a Roma en la
última jornada de su primer viaje a Tierra Santa. La jornada arrancó bien temprano,
con una visita a la explanada de las Mezquitas, tercer lugar más sagrado del
Islam y corazón del conflicto que desde hace décadas enfrenta a israelíes y
palestinos.
La
llegada de Francisco, quien se reunió allí con el gran Mufti de Jerusalén,
Mohamad Ahmad Husein, se produjo en un día simbólico para los musulmanes, ya
que hoy conmemoran el ascenso de Mahoma a los cielos que, según la tradición,
se produjo desde este lugar
Allí,
el Papa pidió hoy a judíos, cristianos y musulmanes que abran sus corazones y
su mente para entender al otro, y llamó a que nadie utilice el nombre de Dios
para justificar la violencia.
En
un discurso en la Explanada de las Mezquitas, el Sumo Pontífice llamó a la paz
y la justicia y reclamó la figura de Abraham como ejemplo, ya que las tres
religiones monoteístas lo reconocen como padre de la fe y ejemplo a imitar
"si bien de manera diferente.
Tras
ello, se trasladó hasta el Muro de los Lamentos, donde se arrodilló a orar en
silencio varios minutos, en uno de los sitios más sagrados del judaísmo. El
Papa apoyó la mano sobre el muro y dejó un mensaje entre las piedras, como es
la tradición entre los judíos, y luego rezó.
El
Papa fue recibido en ese lugar sagrado por el gran rabino. Como sus
predecesores Juan Pablo II (2000) y Benedicto XVI (2009), Francisco introdujo
un sobre en las piedras del Muro, vestigio del Segundo Templo de Jerusalén.
La
agenda del máximo jefe de la Iglesia Católica prevé este lunes una visita al
cementerio nacional de Israel, donde depositará una corona de flores para el
fundador del sionismo, Theodor Herzl, un homenaje que ningún papa había hecho
hasta ahora.
Poco
antes de las 4 de la madrugada, hora argentina, el Papa visitó fuera de lo
programado en Jerusalén el monumento en honor de las víctimas civiles de
atentados en Israel. El pontífice argentino llevó a cabo esta acto a petición
del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y equilibró otro gesto a
sorpresa del domingo: tocar con su propia mano el muro de la
"vergüenza" que separa Israel de los territorios palestinos.
Tras
ello, se acercó hasta el memorial de Yad Vashem en el cementerio del Monte
Herzl, que conmemora a las seis millones de víctimas del Holocausto nazi
durante la Segunda Guerra Mundial. Se trata de una acción inédita para un Papa,
que pronunció una sentida oración tras saludar con calidez a siete
supervivientes de aquel genocidio, encender el fuego de la memoria y rezar ante
una corona de flores que le presentaron una niña católica y un niño judío
Francisco
pidió a Dios en el museo del Holocausto en Jerusalén que "nunca más"
permita un horror como el del holocausto, "una monstruosidad" y
"un pecado" de la que los hombres deben "avergonzarse" y lo
denunció como una "tragedia inconmensurable".
En
todos los rituales, Francisco ha estado acompañado por dos amigos y
compatriotas argentinos, el rabino Abraham Skorka y el profesor musulmán Omar
Abboud.
La
visita papal, de tres días, concluirá con una misa en el Cenáculo, donde según
la tradición cristiana se llevó a cabo la Última Cena de Jesús con los
apóstoles, lugar que alberga también la tumba del rey David, considerada
sagrada por los judíos.
Francisco
dará por terminado así su peregrinaje en Medio Oriente con una serie de visitas
simbólicas y encuentros delicados con líderes religiosos musulmanes y judíos.
El
itinerario del Papa para el transcurso del día
Gran Sinagoga de Jerusalén
10:45
hs. Visita de cortesía a los dos grandes Rabinos de Israel, en el Centro
Heichal Shlomo, junto a la Gran Sinagoga de Jerusalén. Discurso.
11:45:
Reunión con el presidente Shimon Peres y con el primer ministro Benjamin
Netanyahu. Discurso.
Monte de los Olivos
15:30
hs. Visita al Patriarca de Constantinopla en la Iglesia ortodoxa de Viri
Galileai, Monte de los Olivos.
Getsemaní
16:00
hs. Encuentro con los sacerdotes y religiosos de la Iglesia de Getsemaní, al
pie del Monte de los Olivos. Discurso. Según el Nuevo Testamento, Jesús rezó en
el jardín de Getsemaní, antes de ser arrestado por soldados romanos.
Cenáculo
17:20
hs. Misa que cierra la gira, en la Sala del Cenáculo. Según la tradición, allí
tuvo lugar la Última Cena de Jesús con sus discípulos, durante la cual se
instituyó la Eucaristía. Allí también, 50 días después de la Pasión de Cristo,
sus seguidores recibieron el Espíritu Santo (Pentecostés). En el mismo
edificio, la planta baja alberga la tumba del Rey David, sitio santo para los
judíos.
Ayer, en la misa que dio en la ciudad
de Belén, el Sumo Pontífice ofreció recibir a los presidentes de Israel y Palestina en el Vaticano para rezar
por la paz. Tanto Shimon Peres como Mahmoud Abbas
anticiparon que acudirán a la convocatoria.
Además, Francisco celebró un
encuentro histórico con el patriarca ortodoxo Bartolomé I en la iglesia del
Santo Sepulcro, en Jerusalén, para sellar simbólicamente la unidad de los
cristianos.
El jefe de la Iglesia católica y el
patriarca ortodoxo firmaron una declaración conjunta por la unidad de las dos
iglesias casi 10 siglos después del cisma entre Oriente y Occidente. Francisco y Bartolomé I, uno vestido de
blanco y el otro de negro, se
arrodillaron largamente ante la tumba de Jesús.
Antes, en la que fue su última
actividad oficial en Belén, el Papa visitó el campo de refugiados
palestinos Dheisheh, donde mantuvo un inesperado diálogo con un grupo de jóvenes que, antes de dedicarle una canción y
entregarle un regalo, le hizo saber los reclamos de su pueblo.
El encuentro comenzó minutos después
de las 9.30, cuando el líder de la Iglesia Católica se sentó junto a los
pequeños y sorprendió al hablar en español: "Un saludo para todos, les deseo
que estén bien de salud. Estoy muy contento de visitarlos".