4 de
febrero. Día Mundial contra el Cáncer
El
día 4 de febrero fue instaurado en el año 2000 como Día Mundial Contra el
Cáncer con el objetivo de aumentar la concienciación y movilizar a la sociedad
para avanzar en la prevención y control de esta enfermedad.
Estoy seguro que
muchas personas, que estén leyendo este post en estos momentos, sabrán de primera
mano lo que significa en sus vidas la enfermedad del cáncer.
Seguramente
se habrán hecho muchas preguntas. Y no sólo sobre ese nuevo nombre casi
desconocido en un principio y tan cercano al final, con el que han clasificado a su enfermedad,
sino sobre su futuro, cómo se vivirá en la familia, y qué va a pasar con su
trabajo.
En
España se diagnostican al año algo más de 200.000 nuevos casos. Y aunque desde
el punto de vista puramente médico, los pacientes oncológicos están atendidos
en España por uno de los mejores sistemas de salud del mundo, no podemos obviar el debate existente y de
candente actualidad alrededor del acceso al mercado a los mejores y más eficaces tratamientos farmacológicos
para nuestros pacientes. ¿Es el paciente la prioridad?
Hoy,
presumo una vez más de homenajear con estas letras a una de las personas más
enriquecedoras que con su ejemplo de humanidad ha tenido nuestra sociedad
española y particularmente la comunidad sanitaria. Estar en contacto de una
manera tan directa con la vida, con los cuidados, con la atención, con la
medicina focalizada en el paciente y no en la enfermedad, y al mismo tiempo convivir con la muerte como
lo ha hecho Albert Jovell, hace que te plantees en tu vida una reconducción
inevitable de todo aquello que en una primera vista atesoras como algo innato a
tu condición de ser humano…
‘Cuando
el cáncer entra en casa, se infiltra en el tejido familiar y estallan las
emociones’
Dr.
Albert Jovell ( Barcelona, 1962-2013)
Pero
el paciente con cáncer tiene, además, otras necesidades que van más allá de la
estrictamente sanitaria. El diagnóstico tiene repercusiones en todas las
esferas de la vida de la persona con cáncer (familiar, social, laboral,
económico, emocional, psicológico y espiritual), y a todas ellas hay que dar
una respuesta inmediata y profesional desde el primer momento del diagnóstico.
Y antes. Desde el momento mismo en que hay una sospecha.
No
dejéis de ver este emocionante cortometraje que nos demuestra una vez más a
todos aquellos que presumimos de atesorar como algo innato la condición de ser
humano, que la vida es estupenda para vivirla, pero también para lucharla…
¡Siempre!