Desesperada
búsqueda de una joven
Las
tareas de rescate se concentran ahora en inmediaciones de la casa de la familia
santiagueña.
La
joven Ana Carolina Sal Castiglione, hasta la fecha la única desaparecida
después del aluvión de piedras y lodo que castigó la villa de El Rodeo el
pasado jueves 23 de enero, es intensamente buscada por los grupos de rescate
que aún trabajan en la zona de desastre.
Las
tareas, según confirmaron las autoridades a cargo de estos trabajos, se están
concentrando en las inmediaciones de la vivienda que estaba construida en una
de las dos zonas más castigadas por el desastre natural que, hasta el momento,
provocó la muerte de 11 personas.
Parte
de la casa de la familia Castiglione, integrantes de una tradicional familia de
Santiago del Estero y vinculada a los ex dueños del diario El Liberal, fue
demolida por las máquinas que realizan las tareas de reparación de la villa,
mientras que el resto de la estructura de la casa permanece aún en pie y es
donde se trabaja con los perros adiestrados.
Por
ahora, se dejó de buscar en la zona de la ribera del río Ambato, donde se
pensaba que podría haber algún rastro de la joven. Los testimonios que recibió
el fiscal Roberto Mazzucco señalan la posibilidad de que la joven no pudo salir
de la vivienda cuando llegó el aluvión de piedras y barro.
En
la casa estaban otros familiares, entre ellos Dora González de Castiglione (60)
y María Luisa Castiglione (56), quienes murieron por la fuerza de la correntada
y las piedras.
La
zona donde se encuentra la casa de los Castiglione, que es muy difícil que
quede en pie, fue la más destrozada por el aluvión, junto con la de los
Prevedello y la
Hostería Villafáñez. El otro sitio de gran impacto del alud
fue la zona cercana al camping municipal.
Internaron a
Gerónimo
Gerónimo
Ahumada, uno de los sobrevivientes del trágico aluvión en El Rodeo, tuvo que
ser internado ayer en una clínica de esta Capital a raíz de los golpes que
recibió en su cuerpo al ser arrastrado por el río varios kilómetros. De acuerdo
con lo que se precisó desde su familia, tendría líquido en los pulmones y
alguna complicación en los riñones, por lo que se lo internó para una mejor
atención. Gerónimo sufrió la muerte de su esposa, Romina Julieta Silva, y sus
dos hijas, Dayana y Agustina, de 7 y 5 años. Con ellas se había refugiado en la
casa de Sergio Díaz (perdió a su esposa Marizú y su hija Candelaria en la
correntada), cerca del camping, pero allí golpeó con más fuerza el alud.
Fuente:
www.elancasti.com.ar