Hay cosas que en la facultad no nos avisaron. Muchas. Por
ejemplo, que en donde nos toque trabajar: Hospital, industria, distribución y
en la farmacia comunitaria, tendremos que desplegar habilidades que
desconocíamos tener. Ser un poco abogados, contadores, economistas, empleados
administrativos, adivinos y hasta plomeros y electricistas. Ni hablar de
nuestra habilidad de decodificación de jeroglíficos médicos –y los
hospitalarios, que podrían asumir perfectamente una embajada en Medio Oriente
luego de negociar con los doctores en los equipos multidisciplinarios. En la
industria, que somos también Public Relations (RRPP) y expertos en Marketing.
Algunos de nosotros, para despejarnos un poco hasta somos deportistas con
medalla y todo en los Juegos Deportivos y muchos también dejamos por varias
horas la farmacia para “remar en dulce de leche” en el Ministerio de Trabajo o
ante las autoridades sanitarias o los financiadores peleando por nuestros
honorarios o nuestro margen, entre otras tantas funciones dirigenciales que
demandan los Colegios. En fin, día a día tenemos que lidiar con las injustas
bonificaciones, las corridas para pagar las droguerías, ejercitar la paciencia
china de esperar las notas de crédito y el autocontrol para tragar los insultos
que se nos agolpan en la garganta cuando se nos junta gente en el local y
estamos atrapados en una red de formularios interminables, troqueles, recetas,
papeles y papelitos que poco se parecen a los que realmente valen para pagar
nuestras obligaciones -los que tienen la cara de Roca o la de Evita-. Entre
otras funciones, tenemos que adivinar qué medicamentos vamos a vender para
estoquearnos y muchos, para equilibrar las cuentas, también nos volvimos
expertos en moda y accesorios. Además, somos contorsionistas y un poco fakires
para dormir en la camilla cuando nos toca cumplir el turno. Pero también
tenemos nuestras alegrías! Ver que nuestros pacientes valoran nuestro consejo y
confían en nosotros, que nos piden “amorprazol” o un TEG de embarazo, que nos
cuentan que tienen “ortícolis” o que les duele el nervio “asiático”… Otros nos
tienen confianza pero no tanto, como para comprar “ayudín” pero igualmente
tocar la imagen de la virgencita que está afuera (un refuerzo de la fe que nos
tienen). En este día especial, celebremos que los farmacéuticos somos
multifacéticos por definición y también gracias a las circunstancias. ¡¡¡Feliz
Día del Farmacéutico Argentino!!!
Valla desde nuestro medio nuestro más sincero deseo de felicitaciones a todos los Farmacéuticos de nuestro Departamento y alrededores.-