Toda inversión que se realice en capacitación superior tiene un beneficio integral, principalmente debido a que genera una evolución social que no se consigue de otra manera. A partir de la prosperidad individual, el aprendizaje motoriza el crecimiento de cualquier comunidad responsable, por lo que es un acierto estructural del municipio haber apostado decididamente a la carrera denominada Procesamiento Agro Alimentaria, que ya arrojó los primeros egresados: Iris Solohaga Luna, Omar Vicente Moreno, Iris Ignes y Angélica Beatriz Chagaray.
Técnicamente corresponde observar la distinguida labor de la contadora Analía Barrionuevo, titular del área de Planificación, en virtud que fue una de las encargadas de favorecer la preparación académica del los flamantes profesionales, y a su vez, impulsar criteriosamente desde el Centro de Integración Productivo (CIP) de Huacháschi, el desarrollo de competencias estudiantiles en el contexto de un maduro trabajo en equipo, para alcanzar un reto similar al que se consiguen en otros puntos cardinales de la provincia.
Tampoco hay que dejar pasar por alto la decisión política del intendente Páez en instalar una modalidad universitaria, esencialmente por la efectividad de la misma, sobre todo, cuando evaluamos los recursos económicos dedicados a la educación, trampolín que facilita el desarrollo científico con un acceso popular. En otras palabras, los dineros girados a esta vertiente de formación profesional constituyen uno de los aciertos más emblemáticos de la mencionada administración, porque reducen la brecha de desigualdad, y jerarquizan las oportunidades laborales dignas.