El sábado 15 de setiembre se cumplieron 16 años de la mayor tragedia en las rutas del país. La denominada “tragedia de El Totoral” ocurrió en el 2002, y se cobró la vida de 48 personas, cuando el chofer, el guarda y 46 pasajeros retornaban de esta Capital a la localidad de Concepción, en la provincia de Tucumán.
Durante los últimos años, varias cosas sucedieron en el marco de una tragedia. Por ejemplo Oyola, el dueño de la empresa a la que se le contrató el ómnibus fue juzgado por cohecho, pero no fue preso, al igual que los policías tucumanos que habrían cobrado la “coima” para dejar circular el colectivo que viajó a esta provincia a visitar a la Virgen del Valle. Desde entonces, tres personas más fallecieron como consecuencia de las secuelas dejadas por “la tragedia”, según lo indicaron los familiares. Han transcurrido diez años del siniestro vial con un colectivo de peregrinos, y aún hay una profunda herida en el inconsciente colectivo. Sobre la ruta Nº 38 en un tramo de la Cuesta de El Totoral, se levanta un monumento recordatorio como símbolo concreto de la determinación de recordar y aprender de uno de los hechos que configuran la historia local. Sin embargo, la muerte de todas esas personas no ha puesto fin a la imprudencia de los conductores catamarqueños y a las autoridades encargadas de “sacar” de la vía a los vehículos que no se encuentran en regla, tal como sucedió con el ómnibus de la tragedia. Lamentablemente, año tras año cada vez son más las personas que pierden sus vidas en hechos de tránsito en nuestra provincia, y en promedio anualmente la cifra llega a 70.
El salto al vacío
Luego de haber disfrutado de un día de turismo religioso, el colectivo retornaba con los vecinos de Concepción a su lugar de origen. Era una noche de domingo cálido. El chofer atravesó el puesto policial de El Portezuelo e inició su ascenso a la Cuesta de El Totoral. Al salir de una curva y contracurva, el chofer perdió el control del rodado que se había quedado sin frenos, impactó contra un guardarraíl y literalmente saltó al barranco, quedando finalmente “colgado” de unos árboles a más de 30 metros de profundidad. La sobrecarga de pasajeros y la falta de seguridad en el vehículo desencadenaron en la muerte de 48 víctimas, familias completas perecieron. La denominada “tragedia de El Totoral” movilizó a decenas de socorristas, quienes debieron sortear numerosos inconvenientes para poder realizar su trabajo, principalmente la sombra de la noche, que hacía que las tareas de rescate fueran muy difíciles.
En Tucumán
Ahora la lucha de los afectados está centrada en el juicio civil que según contó a 200 Ramón Chaile, está bajo la responsabilidad de la Sala II de la Cámara en lo Contencioso Administrativo del Centro Judicial Capital, divididas equitativamente en sus tres salas. Y en Catamarca, en los juzgados Civil y Comercial Común. Actualmente cinco de las causas están esperando sentencia, mientras que otras están en la etapa probatoria. Además se iniciaron demandas civiles contra el Estado tucumano y el de Catamarca. Cabe recordar que la Justicia local archivó el caso al morir el chofer Soberón, quien estaba acusado de “homicidio culposo”. Oyola ni siquiera fue citado a declarar en esa causa.
“Hay que sumar tres muertes más”
Así lo expresó Ramón Chaile, un hombre que perdió en la denominada “tragedia de El Totoral” a su madre, una de las 48 víctimas que perecieron aquella noche de setiembre. En diálogo con un medio de la provincia de Tucumán, Chaile manifestó que “ya no son 48 los muertos sino 51, porque hay que sumarle el fallecimiento de 3 personas más en los últimos años, producto del accidente”. Asimismo, agregó que “ninguna plata del mundo nos va a devolver a nuestros seres queridos, pero quiero justicia para las víctimas que aún están vivas, porque muchas quedaron con graves secuelas y necesitan dinero para los estudios médicos. Conozco algunos, jóvenes en su mayoría, que perdieron su trabajo debido a los ataques de pánico, quedaron mal psicológicamente y nunca tuvieron ayuda de nadie. Lo mismo pasa, todavía, con algunos sobrevivientes”.