El Ciclón se sacó chispas con Atlético Mineiro en Belo Horizonte, consiguió aguantar los noventa minutos y se llevó un 0-0 que le permitió clasificar gracias al triunfo en la ida.
En un encuentro caracterizado íntegramente por la fricción y la recurrente interrupción por las faltas cometidas, el Ciclón fue acorralado por el equipo brasileño, que se topó con una gran noche de Nicolás Navarro y con una ayuda en el final: el árbitro Julio Bascuñán no cobró una clara mano de Fabricio Coloccini dentro del área.
De esta manera, San Lorenzo se metió en la segunda ronda de la Copa Sudamericana y ahora deberá esperar el nuevo sorteo para saber quién será su rival.