Crimen de Villa
Parque Chacabuco, señalan como autor del hecho al tapicero de la víctima
Lo detuvieron horas después del hallazgo del cuerpo. El calzado y otras huellas lo comprometen.
La investigación por el crimen de Ramona Ernestina Andrada (64) ya tiene un principal sospechoso: un tapicero de Villa Dolores que le había realizado un trabajo en los días previos.
Habría pruebas sólidas que lo vinculan al hecho de sangre y anoche, sobre el cierre de esta edición, se encontraron elementos que fueron sustraídos del domicilio de la mujer en un allanamiento realizado en la casa de un familiar del sindicado.
El homicidio que conmocionó a todo Villa Parque Chacabuco estaría esclarecido de acuerdo a lo que estimaron ayer desde las esferas judiciales y policiales.
Luego del hallazgo del cuerpo, ocurrido en la tarde del lunes en el pasaje Los Pinos sin número, se motorizó una exhaustiva investigación hasta llegar ayer en la madrugada a realizar un allanamiento en un domicilio de Villa Dolores.
Allí reside Cristian "Chicho” Rojas, un tapicero de 37 años. El sujeto fue aprehendido y en el lugar se habría encontrado material probatorio que lo comprometería seriamente.
Además, se hicieron otros procedimientos que terminaron con demoras, aunque el principal señalado es Rojas.
El involucrado fue trasladado y alojado en una sede policial, donde quedará a la espera de que el fiscal de Instrucción Nº 5, Luis Baracat, lo impute y le tome declaración indagatoria.
Anoche, en la sala de situación de la Jefatura de Policía, el líder de la fuerza, Orlando Antonio Quevedo, y el jefe de la dirección de Homicidios, Ricardo Escalante, brindaron una conferencia de prensa aportando detalles sobre lo ocurrido.
Quevedo señaló que "la investigación avanzó a pasos agigantados y podemos afirmar que existen elementos suficientes para decir que el hecho estaría esclarecido, basándonos siempre en los estudios técnicos periciales que hicieron los expertos de la División Criminalística”.
Seguidamente, Escalante explicó que pese al tiempo transcurrido entre el hallazgo del cuerpo y la fecha del asesinato -estiman que ocurrió el jueves-, "ubicamos una serie de indicios que nos llevan hasta dar con el sospechoso autor del hecho”.
"Es un sujeto que tuvo condenas en el Servicio Penitenciario por robo agravado y también por arrebatos y otras causas ligadas a sustracciones. Este señor le habría realizado un trabajo y de esa forma se conocían, pero no era asiduo de la señora Andrada”, dijo.
El móvil continúa establecido como un robo. "Se sustrajeron electrodomésticos y no se encontró nada de dinero en el lugar, así que pensamos que eso también se sustrajo.
Tal como lo señaló El Esquiú.com en su edición anterior, la muerte se produjo de forma sumamente violenta, por estrangulamiento valiéndose de un cordón de zapatillas. "Pese al estado de putrefacción del cuerpo, no se veían signos defensivos como ser ruptura de uñas, cortes o raspaduras. Teniendo en cuenta que era una señora mayor y menuda, no se le dio a la víctima la oportunidad de defensa ni de pedir auxilio, fue muy cruel”, expresó el jefe de Homicidios.
El aporte de los vecinos fue fundamental para avanzar rápidamente. De sus testimonios habría surgido que la mujer habría interactuado con el tapicero Rojas.
Las huellas de calzado levantadas del lugar fueron lo primero que obtuvieron los peritos, sumado a los cordones de zapatillas con los que estaba atada la víctima.
De allí, una vez que llegaron hasta el sospechoso, hicieron el cotejo del calzado y de huellas dactilares que encontraron en un vaso y una botella, las cuales serían positivas.
"Faltan las pruebas de ADN que seguramente tendrán buenos resultados. En el lugar estaba todo intacto”, dijo Escalante. En efecto, lo único forzado fue la puerta por la que ingresaron los policías cuando fueron alertados por los olores nauseabundos provenientes del domicilio de la mujer.
De todos modos, no se descarta que puedan surgir más personas involucradas: "La investigación está en curso, no está cerrada”.
Secuestran elementos robados a la mujer
Anoche sobre el cierre de esta edición, personal policial de Homicidios realizaba un allanamiento en el domicilio ubicado en Bonifacio Cobacho entre avenida Domingo de Ocampo y Gobernador Aramburú.
El mismo sería propiedad de familiares del sospechoso Rojas, a quienes les habrían secuestrado entre otros elementos, un radiograbador que sería propiedad de la jubilada asesinada.
Los allanamientos fueron solicitados desde la fiscalía de instrucción a cargo de la causa y autorizados por el Juzgado de Control de Garantías en turno.
En el piso
La mujer no estaba atada en la cama, sino en el piso del comedor.
El Esquiú
