Imposición del
Nombre del “Ciudadano Ilustre, Curaca Francisco Virgilio Herrera a la Plazoleta de Huachaschi
La ciudad de Andalgalá lleva adelante una extensa agenda de actividades, en el marco de la Semana Aniversario del Fuerte de Andalgalá.
Hoy las actividades continuaron hace instantes con la imposición de nombre a la plazoleta del distrito Huachaschi "Ciudadano Ilustre, al Curaca Francisco Virgilio Herrera”.
El acto estuvo presidido por el Señor Intendente Municipal Profesor Alejandro Páez, miembros de su gabinete, el Ciudadano Ilustre, Curaca Francisco Herrera, quien fue acompañado en esta oportunidad por todos sus familiares, amigos y vecinos de Huachaschi.
Don Franti, como cariñosamente lo llama la gente, vivió una tarde con muchas emociones.
Doña Ángela Carrazco, escribió una poesía para el homenajeado, la misma fue entregada a don Francisco Herrera.
Llegado el turno del jefe comunal, quien hizo una reseña de nuestros antepasados, en el mismo marco que se homenajeó a don Franti Herrera remarco “es algo histórico por los 200 años de nuestra Independencia y por el cumpleaños de nuestra Andalgalá”.
Por otra parte el Intendente Páez destaco la imagen de “Calfucurá”: Era un cacique de las Pampas, Juan Calfucurá fue un poderoso cacique araucano de las pampas del sur y del oeste. Fue responsable de casi todos los malones que hostigaron la provincia de Buenos Aires a mediados del siglo XIX.
Juan Calfucurá emigró de Chile hacia Argentina para establecer la dinastía de la Piedra. Dirigió una casi independiente república conocida como la Confederación de Salinas Grandes, cerca de Epecuén, Neuquen.
El 8 de septiembre de 1835 con un grupo de doscientos guerreros aplastó sin contemplaciones a los caciques voroganos (de Voroa), que habían llegado a un entendimiento con el gobierno de Buenos Aires y dominaban una parte de la pampa.
Tras desalojarlos del territorio, durante más de 40 años, Calfucurá y sus descendientes (la dinastía de los Piedra) impusieron su dominio sobre vastos territorios de las pampas argentinas.
Este hombre parecía actuar conforme a un plan político visionario, al servicio de su pueblo. Se deduce de la secuencia de sus acciones ya que creó una Confederación Indígena unificando por la persuasión o la fuerza las voluntades de decenas de caciques y multitud de tribus dispersas. Estableció una capital y un gobierno en Salinas Grandes, lugar de gran valor económico y estratégico, porque significaba el control de la extracción y el comercio de la sal, elemento vital para el procesamiento de cueros y carne.
Creó su propio sello, que usaba en su correspondencia y documentos oficiales. A través de maniobras diplomáticas astutas, combinadas con acciones militares de gran audacia y eficiencia, en las que derrotó varias veces a las unidades del ejército, supo sacar ventajas, apoyando a veces a unos, a veces a otros, de las luchas entre la capital y las provincias, entre federales y unitarios y entre diversas facciones políticas y militares, que caracterizaron la historia del país durante gran parte del siglo XIX.
Al prestigio militar que le dieron ésta y otras acciones audaces, malones a pueblos argentinos, enfrentamientos victoriosos con tropas del ejército, se sumó su habilidad diplomática. Pronto surgió entre los mapuches de ambos lados de la Cordillera la leyenda que tenía poderes mágicos.
Al cierre de la narración el Intendente Páez comentó, “me pareció una historia para contarla, ya que en esta ocasión estamos homenajeando a un hombre que nunca renunció a sus antepasados, aun hombre que nunca renuncio a su cultura, que luchó y mantuvo vivo ese legado que le dieron sus ancestros de poder mantener inalterable la lucha por los pueblos originarios, esto nos debe servir a todos nosotros como un ejemplo y que no experimentemos aquella triste historia de Calfucurá, para que no nos compren las conciencias, porque es ahí donde nos dividen y será entonces cuando vendrán en búsqueda de nuestras tierras para otros fines”
Al final de la alocución el Intendente Páez dijo, “es un orgullo hoy poder poner a esta Plazoleta el nombre de Franti Herrera y que quede como un vivo testimonio en el corazón de Huachaschi en este monumento que hemos hecho a los pueblos originarios”. Culmino