Celeste Moya, un ejemplo
de superación presente en “SumArte” Andalgalá 2015
Organizado por la Municipalidad de Andalgalá, a través de la Secretaría de Cultura, el día de ayer en horas de la tarde la artista plástica especial catamarqueña, CELESTE MOYA estuvo en la Escuela Normal donde charlo con miembros de la comisión de padres, directivos y alumnos del mencionado establecimiento, además estuvieron presentes los ediles Carlos Sánchez y José Luis Olas.
Cabe remarcar que Celeste Moya fue declarada Huésped de Honor en la última sesión celebrada el miércoles 03 de junio en la sala de Sesiones Ordinarias “Fray Mamerto Esquiú”
Celeste Moya es una consagrada artista plástica catamarqueña de 35 años de edad. Hace seis años que integra la Asociación Internacional de Pintores con la Boca y el Pie. A través de la organización participa en distintas exposiciones en el país y sus pinturas atravesaron el océano para lucirse en Suiza, actualmente son reproducidas en tarjetas y calendarios en distintos países.
Celeste en dialogo con nuestro medio Comento cómo transcurrió su infancia y parte de su adolescencia en El Rodeo, su pueblo natal, allí vivió hasta los 16 años, posteriormente se mudó a la ciudad Capital, luego del fallecimiento de su padre. Durante el período que vivió en la tradicional villa veraniega, Celeste expresó que fue la época más linda de su vida, en donde siempre estuvo rodeada de su familia y amigos.
El contacto con el arte
-¿A qué edad te diste cuenta que eras una artista y que te destacas en ese rubro?
-Fue cuando terminé la secundaria. Empecé a estudiar en un instituto pero me di cuenta que no me gustaba, y me hablaron de la conocida profesora Constán y comencé con los talleres en la Universidad, también a estudiar con ella hasta el año pasado. Creo que a los 19 o 20 años me di cuenta lo que quería hacer realmente.
-¿Qué ídolos, referentes o musa inspiradora tenés?
-En la vida puedo decir que mis referentes fueron mi mamá, mi madrina que ya falleció, ellas fueron las que estuvieron desde que nací.
En el arte, mi profesora Myriam Constán sin duda.
-¿Qué estilo de pintura te gusta plasmar en tus cuadros?
-Lo que me gusta es el surrealismo.
-¿Se puede vivir hoy del arte en Catamarca?
-Creo que no. Yo sin la ayuda de esta asociación internacional creo que no podría vivir en Catamarca de mi arte.
La asociación que contiene a los artistas
-¿Cómo te iniciaste en la Asociación, que antes se llamaba Pintores sin manos?
-Yo ingresé a la Asociación hace cinco años por medio de un amigo que a su vez tiene una amiga, que vive en Buenos Aires, ella integra la Asociación y me hizo los contactos para que pueda ingresar a la misma.
En Argentina somos alrededor de 20 los que integramos esta asociación, hay de distintas provincias, la mayoría son de Buenos Aires. Yo soy la única de Catamarca.
En Buenos Aires hay una oficina donde una coordinadora nos organiza exposiciones en distintas partes del país.
-Además de los beneficios que tu obra sea conocida en otros países, ¿de qué otra manera la institución ayuda a los artistas?
-Económicamente, porque la institución me otorga una beca mensual. Yo firmo contrato cada tres años con la asociación. Con la beca puedo seguir trabajando y exponiendo en otros lugares.
-¿Qué mensaje podés transmitir a las personas con discapacidad, y a las personas sin discapacidad para crear conciencia?
-Al principio cuando empecé con el arte es como que me costó un poquito enfrentarme a los medios, soy un poco tímida y la gente me buscaba para hacerme notas. No me gustaba mostrarme como ejemplo. Pero a medida que pasó el tiempo me di cuenta que esta es mi manera de ayudar a la sociedad, de aportar para hacer mejor a las personas. Ése es mi trabajo, además de ser artista, el hecho de demostrar que se puede a pesar de todo. Nunca hay que bajar los brazos.
Siempre digo que si Dios me da la posibilidad de volver a nacer, elegiría vivir de la misma forma porque no considero que mi vida haya sido difícil. He tenido más alegrías que tristezas en la vida.
Supongo que si Dios me ha mandado al mundo de esta forma es por alguna razón, para ayudar a las personas.