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Dos Siglos

Escrito por Agenciadenoticiaselnevado el domingo, 24 de mayo de 2015 | 2:00 p.m.

Nuestra Gloriosa Revolución: El 25 de mayo de hace dos siglos

Desde la fundación de la ciudad de San Fernando de Catamarca, el Cabildo fue la institución que tenía a su cargo la organización de los festejos civiles y algunas celebraciones religiosas, organizando procesiones y entretenimientos, y pagando tanto los sermones como la iluminación de calles y las plazas. 


Después de la Revolución de Mayo, la fecha pasó a formar parte de la historia reciente digna de recordar. El 18 de marzo de 1815 inició el Cabildo catamarqueño los preparativos para recordar el quinto aniversario del movimiento revolucionario sucedido el 25 de mayo de 1810 en Buenos Aires, que los cabildantes señalaban como “nuestra gloriosa Revolución”. 

Así recordaban, un lustro después, los catamarqueños del sector dirigente de hace doscientos años los sucesos de mayo de Buenos Aires. 



Era costumbre que una de las principales autoridades del Cabildo, el alcalde, se hiciese cargo de la preparación de los festejos de recordación de la Revolución de Mayo, “con todo el decoro y dignidad que es debido”. Pero al cumplirse este quinto aniversario, y para no recargar el trabajo de los alcaldes, se acordó en elegir un destacado vecino de la ciudad, quien se encargaría de tan honrosa misión. Se designó así, ese 18 de marzo, a Juan Manuel Soria como Diputado del Cabildo para la fiesta cívica del 25 de mayo y la patronal de San Juan Bautista; se dispuso, además, que este tipo de nombramiento se hiciese anualmente y, en este caso, se le otorgó la suma de cien pesos para afrontar los gastos que demanden los festejos. Soria reunía los requisitos que en ese momento eran necesarios para ser considerado un vecino destacado: su apellido estaba presente desde la fundación de la ciudad de San Fernando en el siglo XVII y, además, había ocupado el cargo de procurador en el Cabildo. 



Poco después, el 1 de abril, Juan Manuel Soria presentará ante el Cabildo su renuncia a la diputación para las fiestas del 25 de mayo y de San Juan Bautista, por tener que ausentarse a Salta y no volver hasta pasada la fiesta del Santo Patrono. Se nombra en su lugar al Alcalde de Segundo Voto, que era Juan Ignacio Soria, hermano del renunciante y yerno de Francisco de Acuña, quien fuera el hombre fuerte de la política lugareña hasta la Revolución y, además, propietario de la imagen del Cristo del Descendimiento, a cuya historia nos hemos referido en otro oportunidad en esta esta columna. 



Será en la sesión del Cabildo del 8 de abril donde se resuelve la manera en que se festeje “el feliz aniversario de nuestra Gloriosa Revolución”. Al coincidir la fiesta cívica con la celebración religiosa del Corpus Christi se dispuso adelantar los festejos para los días 23 y 24 de mayo. La celebración consistiría en efectuar un “paseo a caballo”, en el que, seguramente un cabildante, portaría un emblema que cumpliría la función simbólica que en la época colonial tenía el estandarte real. Al no existir semejante emblema, el Cabildo ordena la construcción de un “Estandarte Nacional” del cual no conocemos sus características, materiales, símbolos, etc. 



Asimismo se resuelve pedir al Teniente de Gobernador Feliciano de la Mota Botello que, por bando, mande “iluminar la ciudad la víspera y el día del próximo aniversario de nuestra Revolución”. La “iluminación” de la ciudad consistía en que los vecinos, “bajo el apercibimiento que estime oportuno” el Teniente, debían colocar luminarias en los frentes de sus casas dando, por la noche, una imagen de fiesta a las oscuras calles de la ciudad. 



Catamarca, en aquellos últimos días de mayo de hace doscientos años, se engalanaba para celebrar el aniversario de la Revolución con paseos, desfiles y luminarias. Repicarían las campanas de la Matriz, volverían a lucirse los antiguos terciopelos, correría el vino y el chocolate por la plaza y los estrados. Con tradiciones viejas y con aires nuevos, se celebraba una Patria que estaba naciendo… 



Por Marcelo Gershani Oviedo 

Magíster en Historia RegionalArgentina. 

Licenciado en Historia. 

Docente-Investigador en el Departamento Historia -Facultad de Humanidades- 

Universidad Nacional de Catamarca.
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