Soñado debut del
"Tata" Martino: Argentina goleó a Alemania
Con goles de Agüero, Lamela, Fernández y Di María, dos en cada tiempo, la Selección le gana 4 a 2 al campeón del mundo en el estadio Esprit Arena de Düsseldorf. Descontaron Schürrle y Göetze.
La Selección argentina goleó esta tarde al vigente campeón del mundo Alemania por 4 a 2 como visitante en Dusseldorf, en un debut auspicioso de Gerardo Martino como entrenador, donde un excelente trabajo de Ángel Di María hizo olvidar la ausencia del capitán Lionel Messi.
En el primer tiempo, Sergio Agüero, a los 20 minutos, y Erik Lamela, que tuvo su estreno goleador en el conjunto argentino a los 40 minutos, anotaron los tantos albicelestes, ambos asistidos por el rosarino Di María.
En una ráfaga furiosa en el inicio del complemento, un cabezazo de Federico Fernández al minuto de juego -tras un centro de "Fideo"- y la definición espectacular de Di María picando la pelota para coronar una hermosa jugada colectiva sentenciaron la historia en favor de la Argentina.
Alemania, que presentó el título del mundo ante su gente, reaccionó y descontó por intermedio de André Schürrle y Mario Götze, el verdugo albiceleste en la final del 13 de julio en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.
Sin embargo, nada pudo torcer el desarrollo del partido, que más allá del triunfo de la Selección argentina, obviamente no sirve para borrar el dolor que significó perder la final de la Copa del Mundo, sobre todo porque el rival no pareció ni por asomo el equipo que triunfó en Brasil.
Sí es una aliciente para que el inicio del ciclo Martino como entrenador sea una demostración de lo que se intentará pregonar con la camiseta albiceleste.
Mucha posesión de pelota, aceleración ante la aparición de los espacios y contundencia envidiable al quedar cara a cara con el arquero rival, algunos de los tópicos que la Selección argentina aprobó en este estreno.
Como hace cuatro años, después de un Mundial, Argentina venció al campeón por goleada: esa vez fue ante España en el estadio Monumental por 4 a 1.
Alemania empezó más incisivo, con una prolijidad en la tenencia similar a la de la Argentina, pero con más profundidad.
Así pudo poner a Mario Gómez cara a cara con Romero, quien desvió por arriba del travesaño el remate del delantero de la Fiorentina de Italia.
Tanto Alemania como Argentina tenían intenciones similares para romper por afuera en superioridad numérica, pero en esa situación se vio la mano de Martino.
A los 15 minutos, después que la Selección albiceleste había quedado expuesta dos veces -una por cada banda-, el "Tata" enrocó las posiciones de Di María, que fue a la derecha, y Lamela, que pasó a la izquierda.
Hubo una doble intención en ese cambio: Grosskreutz, el lateral derecho, pasaba mucho más al ataque, y Durm, el izquierdo, era más lento.
Entonces, Lamela tenía que hacer más recorrido, pero Di María podía hacer más daño con su habilidad/velocidad.
Y pasaron menos de cinco minutos para tener una prueba de eso: Lamela encaró de izquierda al centro, cambió de frente para Di María que hizo la pausa, usó la distracción de Zabaleta que pasó por detrás, y lanzó un preciso pase de revés al borde del área chica, donde apareció Agüero para definir de primera y poner el 1-0.
Argentina trató de cuidar la pelota y jugar con la desesperación de un rival que quería demostrar por qué festejó en Brasil.
En esa intención falló un par de veces en la salida, principalmente por Martín Demichelis, lo que le dio chance de empate a Alemania, pero Romero se lo volvió a negar a Gómez con un achique muy rápido.
Y en el epílogo de ese primer tiempo, Zabaleta encontró el hueco a la espalda de Durm para el pique de Di María que encaró, hizo la pausa y habilitó por arriba al punto penal a Lamela, que con un exquisito toque de primera la colgó del ángulo para el 2-0.
Ataque ancho, prolijidad en la salida y el cuidado de la pelota hasta poder encontrar la pared o la triangulación por las bandas para ser profundos y aprovechar la velocidad de los extremos.
Esos fueron los puntos salientes de un primer tiempo donde Argentina tuvo la contundencia que le había faltado en aquella final del Mundial en el Maracaná.
Esa misma eficiencia que tuvo en el arranque del complemento, cuando un cabezazo de Fernández y un go-la-zo de Di María picando la pelota ante el arquero tras una gran jugada colectiva.
Apenas cuatro minutos sirvieron para definir el partido, más allá del rápido descuento de Schürrle, que sólo terminó siendo decoración del resultado final.
Con la diferencia, Argentina dosificó esfuerzos, Löw mandó a la cancha a Müller y Götze, el verdugo albiceleste en la final del Mundial.
Pero para ese momento, la Selección ya estaba muy enchufada y con confianza. Retrasó un poco las líneas, se agrupó en su campo para que el cansancio no influya en la marca, y apostó por el contragolpe con Di María lanzado.
Alemania apretó en búsqueda de otro tanto que levante a su público y, después de un tiro en el palo de Reus, lo encontró a través de Götze, con una volea que se iba a afuera y terminó dentro del arco por un rebote en Fede Fernández.
Auspicioso debut de la Selección para dar inicio a un nuevo ciclo, con algunos interpretes similares a los del Mundial, pero con la intención de un estilo más atrevido, recuperación rápida de la pelota y cuidado del balón para manejar los tiempos del partido.