Imputan al
apoderado legal de Cosmos por intento de estafa
Fue denunciado por adulterar pagarés para “inflar” las cifras de deudas de una compradora.
El apoderado legal de la firma Expansión S.R.L. - propietaria de local comercial “Cosmos”- fue finalmente imputado por la Justicia local luego de que se radicara una denuncia en su contra por presuntos hechos de estafa.
La deposición había sido expuesta -y publicada por este medio posteriormente- por una ciudadana de apellido Olivera, quien aseguró que había realizado transacciones a cambio de indumentaria, comprometiendo el pago de la misma a través de la firma de varios pagarés.
Según el relato de la denuncia del que después se hicieran eco los investigadores judiciales para formular la acusación, la mujer rubricó con su firma cuatro pagarés con sumas similares, y los documentos habrían sido adulterados posteriormente por una persona de la empresa para que el monto a abonar en concepto de deuda fuese largamente superior al estipulado en un primer momento. Después de haber notado el presunto “enjuague”, la mujer denunció a la empresa y desde la Unidad de Delitos Criminales se ordenó que se tomen testimonios y que se realice una pericia caligráfica para determinar lo denunciado por la mujer.
Finalmente, el fiscal investigador Roberto Mazzucco, con los elementos de prueba reunidos hasta el momento, decidió endilgarle al abogado Álvaro Tomás Molina el delito de falsificación de documento privado en concurso ideal con estafa procesal.
Es que luego de la presunta adulteración de los pagarés, la empresa decidió iniciar acciones legales por vía civil contra la mujer deudora presentando los documentos como material de prueba para justificarse.
Desde el fuero penal los investigadores entienden que el accionar del letrado tuvo la deliberada intención de hacer incurrir en un error al juez -en este caso el magistrado del juzgado Comercial y de Ejecución de Segunda Nominación- con el objetivo velado de obtener un rédito pecuniario.
Fuentes judiciales confirmaron que los pagarés exhibían signos de cambios deliberados, indicando los mismos que se debía abonar una suma total de 40.000 pesos por la indumentaria.
El Esquiú
