Venta de
psicofármacos con complicidad policial
Un
confuso episodio, del que la policía informó en un principio se habría tratado
de un intento de robo, luego de una discusión...
Un
confuso episodio, del que la policía informó en un principio se habría tratado
de un intento de robo, luego de una discusión entre el dueño de la despensa y
un supuesto cliente, terminó en una denuncia en la Fiscalía General, por la
supuesta venta de psicofármacos a chicos y adolescentes por el comerciante con
la complicidad de la policía.
Esto
fue expresado en una entrevista brindada por la mujer, madre de un adolescente
adicto, que se animó a denunciar en LA UNIÓN.
“Esta
no es la primera vez que denunció esta situación. El año pasado, cuando
detuvieron a mi hijo porque supuestamente había robado, le dije a la gente de
la Unidad Judicial Nº 8 que fuera a ese negocio, que allí iban a encontrar todo
lo que se roban, porque ese señor le vende psicofármacos a los chicos para que
se droguen y si no tienen plata, les cambia por cosas robadas o de ellos. Por
ejemplo, a mi hijo le dio una tableta de pastilla Clenocepan por una campera”,
inició la conversación la mujer, a quien llamaremos Angela -nombre ficticio por
miedo a represalias. Según contó la entrevistada, la despensa funciona en el
barrio 50 Viviendas Norte y es propiedad de un hombre de apellido Carrizo, “la
policía sabe que ahí le venden pastillas a los chicos. Ellos pasan en el móvil
y el negocio está abierto toda la madrugada, si es una despensa de barrio, por
qué está abierta todo el día si no se puede vender bebidas alcohólicas. Les
dije en más de una oportunidad a los policías de la Octava que algo raro había
ahí, pero nunca me llevaron el apunte. Mi hijo es adicto, consume pero ya está
saliendo, el hecho por el cual estaba detenido, ahora es porque fue a comprar
una pastilla a ese negocio y el tipo -por Carrizo- le ofreció una tableta por
la gorra que mi hijo llevaba puesta; como no se la quiso dar comenzaron a
discutir, este tipo le quemó la gorra a mi hijo y después llegó la policía y se
llevó a él porque es menor”, recordó. Agregando, “no fue ningún intento de robo
ni nada por el estilo, la discusión fue porque mi hijo solo quería una pastilla
para dormir y este tipo le quería vender una tableta”.
En
otro tramo de la nota, la mujer recordó que otro de sus hijos, de 14 años, le
comentó que “sus amigos cuando van a este kiosco es para comprar pastillas”.
Antecedente
Cabe
recordar que en relación con la venta de psicofármacos a personas menores de
edad en la zona norte, en kioscos o despensas, el año pasado se realizaron
varias denuncias públicas en contra de una farmacia ubicada en la zona de ser
quien -supuestamente- les proveía de los medicamentos a los comerciantes para
su posterior venta a los chicos y adolescentes del sector.
Datos oficiales de la policía
Días
atrás, la policía de la Provincia dio a conocer unas estadísticas en la que de
refería particularmente a la demora de personas menores de edad en la Capital,
Valle Viejo y Fray Mamerto Esquiú. Dichos números reflejaron que durante los
primeros 75 días del año 2014, un total de 312 adolescentes menores de 18 años
habían ingresado a las comisarías. Más allá de la clara violación al protocolo
policial en la intervención con menores de edad, dicho número se refirió a que
casi el 80 % era por razones vinculadas al consumo de sustancia -ingresaron a
la comisaría en vez de llevarse a cabo el procedimiento de resguardo, es decir,
llevar al jovencito a un centro de salud- representando el 40 % de ellos,
chicos que viven en la zona norte; escenario de la denuncia penal.
El norte, lo más inseguro
Otro
dato que refuerza la denuncia penal es que de acuerdo con la información de la
propia policía, en los últimos tiempos la zona norte es la más insegura de la
ciudad. Delitos menores, como arrebatos, robo en viviendas y vehículos
estacionados en la vía pública, se suscitan a diario y la “reducción” de dichos
elementos -según declaraciones policiales- es para la compra y consumo de
estupefaciente. Bajo ese mismo parámetro, fuentes del ministerio de Salud
relacionadas con la problemática de las adicciones indicaron que durante los
fines de semana es cuando se incrementa el número de jóvenes intoxicados que
arriban al Humaraya, por ejemplo, y en su mayoría se domicilian en la zona
norte y los psicofármacos es la droga más empleada en estas personas.
Indagatoria
Por
el confuso episodio, un adolescente de 17 años será indagado hoy por el juez de
Menores en turno, Fabricio Gershani Quesada, quien permanece alojado en el
Instituto Santa Rosa desde el martes a la madrugada. Por otro lado, trascendió
que el informe médico en la persona del lesionado, daba cuenta que eran leves.
El hecho, de acuerdo con el parte oficial de la policía, sucedió a las 2.05 del
martes y fue demorado el jovencito, quien habría lesionado al propietario de un
kiosco, Ariel Carrizo del barrio 50 Viviendas Norte, luego de una discusión.
Fuente:www.launiondigital.com.ar