Al menos 29 muertos y 130 heridos en una estación de tren
Más
de diez presuntos terroristas acuchillaron a los pasajeros que se encontraban
en la estación de tren de Kunming. La policía local mató a cinco de los
atacantes y busca intensamente al resto.
El
ataque se produjo dentro de la estación y las autoridades locales lo adjudican
a las "fuerzas separatistas de Xinjiang", provincia noroccidental de
China, hogar de la etnia minoritaria uigur.
Según
la agencia oficial Xinhua, la Policía mató a disparos a cinco de los presuntos
asaltantes y continúa intentando detener al resto, mientras los heridos están
internados en al menos diez hospitales de la ciudad.
Liu
Chen, un estudiante de 19 años de la ciudad central de Wuhan (provincia de
Hubei), se encontraba en la estación esperando para comprar un billete cuando
el ataque ocurrió. "Al principio, pensé que era sólo alguien peleando,
pero luego vi sangre y escuché a mucha gente gritar, y sólo corrí",
declaró el joven, citado por Xinhua.
Un
ciudadano de Yunnan, Yang Haifei, dijo a la agencia china desde el hospital que
fue acuchillado en el pecho y en la espalda, aunque las heridas no resultaron
de gravedad, mientras intentaba comprar un billete de tren.
"Entonces
vi a un grupo de gente entrar aprisa a la estación, la mayoría de ellos
vestidos de negro, y empezaron a atacar a todos", señala, y agrega que las
personas que "fueron más lentas son las que resultaron más severamente
dañadas".
Algunas
fotografías subidas por los ciudadanos a Weibo, el Twitter chino, muestran a la
Policía local patrullando la estación, que no se sabe de momento si sigue
acordonada, y a médicos trasladando a los heridos al hospital.
El
presidente chino, Xi Jinping, ha urgido a que se aplique la ley para resolver
el "caso del ataque terrorista en Kunming y se castigue a los terroristas
de acuerdo a las normativas". Xi ordenó a las "partes relevantes que
supriman con firmeza el rampante terrorismo y sean conscientes de la gravedad y
complejidad de la situación".
También
líder de la Comisión Nacional de Seguridad, un organismo creado a finales de
año como parte de las reformas programadas por el nuevo Gobierno chino, Xi
instó a que "se refuerce la lucha contra las actividades terroristas en
todas sus formas".
Un
ataque perpetrado el pasado octubre en la plaza de Tiananmen, cuando un
automóvil invadió la emblemática ágora y se incendió a las puertas de la Ciudad
Prohibida, causando 5 muertos y al menos 40 heridos, también fue atribuido a
fuerzas separatistas de Xinjiang.
No
obstante, algunas organizaciones uigures en el exilio negaron la implicación de
estos grupos en los ataques, y denunciaron el aumento del acoso por parte de
las autoridades chinas contra esta etnia minoritaria de religión musulmana,
enfrentada en ocasiones a la mayoritaria han en Xinjiang.
Xi
ha enviado a algunos miembros del Gobierno, entre ellos Meng Jianzhu, líder de
la Comisión de Asuntos Políticos y Legales del Partido Comunista (PCCh), a
Kunming para visitar a las víctimas.
Por
su parte, el primer ministro, Li Keqiang, pidió a las fuerzas de seguridad que
aumenten la prevención y las medidas de control para garantizar la seguridad en
los espacios públicos.