Caso Ángeles: la Fiscalía también pidió
llevar a Mangeri a juicio.
Los fiscales que investigan
el crimen de Ángeles Rawson solicitaron hoy que se eleve a juicio la causa con
el portero Jorge Mangeri por el delito
de abuso sexual seguido de muerte.
Paula Asaro y Fernando
Fiszer, de la fiscalía de Instrucción 35, requirieron elevar la causa a juicio,
tal como ya lo solicitó la querella que, a diferencia del ministerio público,
acusa a Mangeri de abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa,
homicidio agravado criminis causa y femicidio.
Las presentaciones se realizaron
luego de que el juez de la causa, Javier Ríos, cerró el 27 de diciembre último
la instrucción de la causa y corrió vista a las partes para que se pronuncien,
ya que tiene previsto elevar la causa a juicio en febrero próximo.
En el requerimiento de elevación
a juicio, al que tuvo acceso Télam, los fiscales enumeraron como, a su juicio,
se llevó a cabo el hecho y las pruebas que fueron sumándose para llegar a la
conclusión de que el único autor del homicidio fue el encargado del edificio de
Ravignani 2360, donde vivía Ángeles.
De acuerdo a la
reconstrucción de Azaro y Fiszer, Mangeri interceptó a la joven cuando
regresaba a su casa tras una clase de gimnasia y "consiguió que lo
acompañase a otro sector del inmueble, donde la atacó violentamente con fines de
sometimiento sexual".
Frente al ataque, Ángeles
"opuso una tenaz resistencia a ser accedida carnalmente, protegiendo sus
zonas pudendas" padeciendo como consecuencia "varias equimosis en el
dorso de las manos, la fractura de la clavícula derecha, tres costillas y la
apófisis espinosa de la vértebra dorsal", detalla el escrito.
"Asimismo, en el marco
de su denodada defensa, la damnificada arañó al imputado en distintas partes de
su cuerpo", evaluaron Asaro y Fiszer, quienes destacaron que por tal
motivo "quedaron debajo de las uñas de sus dedos índice, mayor y anular de
la mano derecha rastros genéticos" del portero.
"Posteriormente -añade
el requerimiento fiscal- Mangeri le comprimió manualmente el cuello y la
sofocó, obstruyéndole también manualmente, los orificios nasales y la boca, con
lo que provocó la muerte de la adolescente, que tuvo lugar entre las 10.00 y
las 17.00 hs. de la data mencionada".
La fiscalía reconstruyó que
Mangeri "ató de pies y manos" a Ángeles, "le colocó una bolsa de
nylon de color verde, con la inscripción `Día%` en la cabeza, una soga con
varios nudos alrededor del cuello y la introdujo dentro de una bolsa de
residuos".
"En ese estado, y con el
objeto de ocultar lo ocurrido, la hizo ingresar en el circuito de recolección y
procesamiento de residuos del Ceamse" de José León Suárez, donde el cuerpo
fue encontrado el 11 de junio pasado.
Para llegar a esta
conclusión, los fiscales dieron por acreditada "la presencia de Mangeri en
el edificio", a lo que se "añade que estaba sin la compañía de su
esposa, quien se encontraba en la casa de sus padres".
Además tomaron como prueba
fundamental el "hallazgo en las uñas de la víctima y en una de las sogas
con la que fue atada una vez muerta, de material genético" del encargado.
Asaro y Fiszer evaluaron
también "el conocimiento de víctima y victimario desde hacía más de 10
años, (...) con la consecuente confianza generada por el acusado a lo largo de
ese período".
Otra cuestión merituada en la
presentación es "la facilidad con la que podía desplazarse Mangeri en los
ámbitos comunes del predio donde ambos vivían", lo que le permitió cometer
el hecho "en un lugar reservado y/o privado que impidiera el conocimiento
de su existencia por terceros".
Según los fiscales, para
poder descartarse del cuerpo, el portero puso en práctica "las
obligaciones que tenía con relación a la disposición de los residuos, y el
horario fijo en que dicha actividad se realizaba, la cual hubo de adelantar una
hora y media aproximadamente durante la jornada del hecho".
Los acusadores destacaron
además "la actitud errática demostrada por Mangeri desde la ocurrencia del
hecho y sus afecciones clínicas que fueron "in crescendo" en las
jornadas posteriores".
Finalmente, mencionaron
"las lesiones vitales en la superficie corporal de la víctima,
especialmente en las zonas paragenitales, y aquéllas comprobadas en el cuerpo
de Mangeri, denotando la existencia de una agresión de índole sexual y su
correspondiente defensa por parte de la damnificada".
"Las probanzas
incorporadas al sumario permiten tener por acreditado, con el grado de certeza
requerido para esta etapa, la relación de causalidad entre el comportamiento
del procesado y el resultado mortal, en tanto las maniobras asfixiantes y
golpes fueron con el propósito de perpetrar el abuso sexual que trajo como
consecuencia la muerte", evaluaron los fiscales.
"(...) es válido
concluir que la libertad sexual de Ángeles Rawson fue lesionada. Fue víctima de
abuso sexual (...) la lesión a la libertad de elección sexual o de realización
de un acto sexual se produjo a través de violencia física", concluyeron.
Ángeles "Mumi"
Rawson (16) desapareció el lunes 10 de junio cuando regresaba a su casa del
barrio porteño de Palermo y al día siguiente, su cadáver fue hallado en el
predio de la Ceamse
de la localidad bonaerense de José León Suárez.
Por el crimen fue detenido
Mangeri, quien se autoincriminó cuando declaraba como testigo ante la fiscal
Asaro, aunque en sus indagatorias posteriores siempre se declaró inocente.